Una postal de la pobreza y explotación laboral extrema en la provincia de Corrientes, agravada porque es un organismo estatal el que ejecuta ese maltrato sistemático. El testimonio de dos empleadas municipales de Itatí que limpian el baño municipal ubicado frente a la Basílica.
Se trata de dos señoras adultas mayores que deben transportar agua porque en no hay sistema de red dentro de los sanitarios. Así, cada vez que una persona utiliza el baño, una de las empleadas debe entrar y con un balde higienizar el sanitario. Parece siglo XVII pero es siglo XXI en la provincia que sobre un relato, dice estar desarrollada y llena de abundancia.