Cuatrero evitó control policial y luego tiró evidencia a un estero

El autor del ilícito de abigeato es hijo de la dueña de una estancia. Junto a peones, mató a un animal vacuno de otra firma ganadera. Cuando llevaba la carne en una camioneta, se topó con la Policía. Debieron darle persecución a la noche.

El hijo de la propietaria de una estancia del departamento correntino de Santo Tomé fue protagonista de un delito de abigeato: junto a sus peones, serían responsables del hurto, matanza y faena de un animal vacuno propiedad de otra firma ganadera.

En el momento que trasladaba la carne en una camioneta, tuvo la «mala fortuna» de toparse con un control policial de la Unidad Especial de Seguridad Rural y Ecológica.

Para evitar a los efectivos, realizó una maniobra brusca durante la cual se desprendió el paragolpes de la pick up y escapó a alta velocidad en sentido opuesto, alrededor de las 21:30, hasta llegar al establecimiento ganadero «San Isidro», cuya dueña es su madre.

El lugar fue rodeado con apoyo de una patrulla de la comisaría Segunda de Santo Tomé y de dos patrulleros con efectivos del Escuadrón 57 de Gendarmería Nacional Argentina.

Más tarde, bajo conocimiento de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas y el permiso de la propietaria, ingresaron a la búsqueda de quien entonces era un mero sospechoso.

De acuerdo a la información conocida por diario época, en la estancia encontraron una pick up Ford Ranger gris oscura, sin el paragolpes delantero y con claros rastros de sangre en la cajuela.

Los uniformados identificaron a todas las personas presentes, entre ellas un muchacho de 24 años, quien dijo ser el hijo de la propietaria.

El joven reconoció ser quien manejaba la camioneta y huyó de la Policía cuando trasladaba la carne de un animal vacuno en dirección a una carnicería para su venta.

Al observar a los efectivos en el control sobre la ruta -habría dicho el joven como excusa- se dio cuenta de que llevaba el animal muerto «sin saber» si «era o no» de su estancia, ya que la faena estuvo a cargo de los peones y el capataz.

La versión un tanto inverosímil terminó en comprometerlo cuando los efectivos hallaron la carne que transportaba en la camioneta tirada en las aguas de un estero, junto al cuero que presenta la marca correspondiente a otra firma ganadera de la zona.

Para los detectives fue una clara maniobra para ocultar pruebas.

Policías debieron ingresar al agua a realizar el secuestro de todos los restos de un vacuno colorado barcino: dos costillares, un cuarto, dos paletas y el cuero.

La continuidad de la pesquisa permitió establecer que el animal fue sustraído del interior de la estancia «La Playadito».

El encargado de esa firma reconoció la marca y, además, constató la faltante de ese vacuno del campo donde trabajan en la producción ganadera.

Lo que en un principió inició como una averiguación de delito, pasó a ser un delito confirmado de abigeato.

El joven y los empleados rurales quedaron supeditados al actuar de la Justicia.

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Actualizada: 22 de agosto de 2023 — 09:33