El hombre había sido atropellado por un auto en una avenida de Boa Vista, en el norte de Brasil.
Un perro callejero demostró que la lealtad de los canes no es solo una leyenda. El animal siguió cerca de tres kilómetros a la ambulancia que llevaba al hospital a su dueño, un hombre en situación de calle que había sido atropellado en la ciudad de Boa vista, en el estado brasileño de Roraima (noroeste). La escena fue grabada por uno de los choferes y se hizo viral.
El dueño del animal no fue identificado. A los rescatistas solo se les dijo que su nombre era «Joab». El accidente ocurrió en una concurrida avenida y luego la víctima fue llevada por vecinos a una casa de la colonia Buritis, donde recibió los primeros auxilios.
«Le hicimos los primeros auxilios y lo pusimos en la camilla. Pregunté quién lo acompañaba y vino su amigo y apareció en ese momento el perro, que estaba olfateando. Grabé, me pareció gracioso. Estaba olfateando y le dije: ‘¿Vos también venís? Vamos’. Pero, hasta ese momento, no creía que el perro fuera suyo», dijo Nunes.
Alex Nunes, que maneja ambulancias desde hace tres años, calificó el episodio de insólito e impactante. «Sabemos que pueden ocurrir cosas cuando intervenimos, pero nunca me había pasado algo así. Era un amigo fiel. El perro lloraba. Había visto videos así en Internet, pero nunca nos había pasado, no estamos acostumbrados», dijo el conductor al sitio g1.
El dueño del animal no fue identificado. A los rescatistas solo se les dijo que su nombre era «Joab». El accidente ocurrió en una concurrida avenida y luego la víctima fue llevada por vecinos a una casa de la colonia Buritis, donde recibió los primeros auxilios.
«Le hicimos los primeros auxilios y lo pusimos en la camilla. Pregunté quién lo acompañaba y vino su amigo y apareció en ese momento el perro, que estaba olfateando. Grabé, me pareció gracioso. Estaba olfateando y le dije: ‘¿Vos también venís? Vamos’. Pero, hasta ese momento, no creía que el perro fuera suyo», dijo Nunes.
Poco después de arrancar, Nunes notó que el perro los seguía y corría tras el vehículo. Todo ello, sin siquiera saber que se trataba del perro de la víctima.
El hombre que acompañaba al herido informó a los rescatistas que era un indigente. Compasivos con la situación, intentaron meter al perro dentro de la ambulancia cuatro veces, pero se escapó y siguió al vehiculo. «Él no entró. Intentamos agarrarlo por el cuello, pero hizo un movimiento de mordisco. Corrió, es diminuto y muy ágil, no hubo ni tiempo de acercarse a él», recordó Nunes.
El conductor de otro automóvil, que lo seguía justo detrás, también intentó llevar al perro al hospital, pero fracasó.
Los rescatistas decidieron entonces viajar a una velocidad menor para que el animal pudiera seguir a su dueño hasta el Hospital General de Roraima. «Cuando entregamos al paciente, llamó al perro y le dio palmaditas», agregó.
La víctima sufrió heridas leves. Poco después recibió el alta y se fue con su mascota, que lo esperaba en la puerta.
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