Cabo Principal de Mar Gabriela Soledad Casafús
“Lo que más me gusta del ámbito naval es el compañerismo”
La Cabo Principal de Mar Gabriela Soledad Casafús es la encargada de la División Foxtrot y Munición en el aviso ARA “Teniente Olivieri”, que actualmente se encuentra en la capital fueguina.
La Cabo Principal de Mar Gabriela Casafús tiene 31 años y lleva 13 en la Armada Argentina. Este año se encuentra destinada en el aviso ARA “Teniente Olivieri” que está cumpliendo misión como Buque de Estación en Ushuaia, Tierra del Fuego.
A bordo desempeña sus tareas como encargada de la División Foxtrot, que realiza todos los trabajos en la cubierta del buque como las maniobras marineras: carga y descarga de materiales, manejo de botes, amarras en zarpada, arribo y fondeo; y el mantenimiento de dicha cubierta.
Nació el 10 de junio de 1992 en Punta Alta, hija de los correntinos Gregorio Casafús y Antonia Saucedo. Su padre trabajaba en diferentes campos de Buenos Aires, por lo que asistió a varias escuelas primarias de la provincia, entre ellas recuerda con cariño al establecimiento educativo rural “Delfín Huergo” en Adolfo Alsina.
Al fallecer su padre, cuando Gabriela tenía 13 años, su mamá decidió regresar a su provincia natal y vivir en la ciudad correntina de Mercedes. Allí terminó el colegio secundario en la Universidad Popular de Mercedes.
Aunque no nació en Corrientes tiene especial afecto por esa provincia, y cuando puede viaja a Mercedes. “Visito a mi tía Griselda, quien estuvo muy presente cuando vivíamos allá; además, me gusta mucho el campo y la tranquilidad que hay”, relató.
Al terminar la escuela secundaria, su madre consiguió trabajo en Punta Alta, ciudad cabecera del partido de Coronel Rosales y volvieron a Buenos Aires; momento en que decidió ingresar a la Armada Argentina.
“Mi papá fue conscripto, por lo que me transmitió y contó acerca de lo que él sabía sobre la Fuerza y las actividades que realizaba. Eso influyó mucho cuando decidí ingresar a la Escuela de Suboficiales de la Armada en febrero del 2011”, recordó y agregó que logró adaptarse fácilmente a la vida y exigencias de la Escuela.
“Pedí la especialidad de Mar, porque me gustaba y realmente sentía que iba conmigo”, agregó. Su primer destino fue justamente en un buque gris, la corbeta ARA “Granville” con apostadero en la Base Naval Mar del Plata, del que guarda muy buenos recuerdos.
Al año siguiente, se enteró que esperaba a su primera hija, Priscila, quien hoy tiene 10 años. Pasó a la División Patrullado Marítimo y luego a Capitanía de Puerto en la Base Naval Puerto Belgrano, cercana a Punta Alta.
Más adelante fue destinada a la corbeta ARA “Parker”, pero regresó a Capitanía porque esperaba a su segundo hijo, Emiliano, que actualmente tiene 7 años. “Mis hijos son mi fuerza y mi motor del día a día”, destacó.
Estuvo un año en el destructor ARA “Sarandí” y luego fue destinada en comisión al rompehielos ARA “Almirante Irízar”, en el que realizó dos Campañas Antárticas de Verano (CAV): la 2018/19 y 2022/23. “Ir a la Antártida fue una experiencia inolvidable. Es algo que a muy pocos les sucede y yo tuve la oportunidad de ir dos veces”, remarcó.
Entre ambas campañas estuvo en la corbeta ARA “Rosales” que se encontraba en el Astillero Tandanor en Buenos Aires, donde se le realizó un proceso de recuperación y modernización. Cuando retornó del continente blanco, volvió a la corbeta.
Desde principios de este año, la Cabo Principal Casafús está destinada en el ARA “Olivieri”, que hace unos días zarpó hacia el puerto de Ushuaia para cumplir misión como Buque de Estación.
“Al ser un buque más chico que las corbetas o destructores, hay menos dotación, y todos cumplimos varias funciones; por ello, el aprendizaje es mucho en el día a día”, expresó respecto a su labor en el aviso.
“Tengo muchas expectativas en este nuevo destino. Siempre estoy dispuesta a aprender de mis superiores y adquirir más experiencia”, agregó.
Casafús destacó: “Lo que más me gusta del ámbito naval es el compañerismo, he realizado muchas patrullas y siempre estuve con buena gente.
Durante la última navegación, por ejemplo, en la que me desempeñé como Contramaestre del buque, todos me apoyaron y brindaron la confianza necesaria”.
Cuando Gabriela navega también cuenta desde tierra con el apoyo de su familia que la ayuda con el cuidado de sus pequeños. “No es fácil irse tanto tiempo de casa, pero tengo a mi mamá y a mis hermanas Jorgelina, Marisol y Mariana, que cuidan de Priscila y Emiliano muy bien”.
“Estoy súper agradecida de tener la oportunidad de conocer lugares que de otra forma no podría hacerlo. Un sueño es embarcar algún día en la fragata ARA ‘Libertad’ que viaja por el mundo”, concluyó.
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