El Plan ENIA, la principal política pública para bajar la tasa de natalidad en la población más vulnerable, está siendo eliminada por el gobierno de La Libertad Avanza. En ese contexto, no les renovaron los contratos a 35 trabajadores y trabajadoras que se desempeñaban en la capital salteña y en Orán.
El Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) que se venía implementando en Salta desde 2018 para garantizar los derechos a la salud sexual y reproductiva y bajar la tasa de natalidad en la población de niñas y adolescentes está siendo desmantelado por el gobierno nacional de Javier Milei. No se renovaron los contratos a 35 trabajadores y trabajadoras que garantizaban la implementación de esta política pública en la provincia.
El plan nacional se viene implementando en 12 provincias que presentaban las tasas más altas de natalidad en niñas y adolescentes y el objetivo era bajarlas. En la provincia de Salta se implementó a partir de 2018, sólo en los departamentos Capital y Orán.
Estefanía Di Pasquo es la coordinadora del ENIA en la provincia. «Somos 35 personas las que estabámos trabajando en el Plan, de ese total 27 somos mujeres», explicó a Salta/12. Señaló que desde la Nación no hay explicaciones sobre el cese de las contrataciones. «Sólo no se renuevan los contratos. Una escucha lo que vienen repitiendo sin parar y desde donde pretenden justificar todos los recortes inhumanos y antojadizos que hacen». «(Dicen) ‘no hay plata’, pero recursos hay, el tema es que es una decisión política qué hacer con esos recursos», sostuvo.
Di Pasquo consideró que los lineamientos del gobierno ultraderechista «vienen construyendo la idea de que el Estado no sirve para nada y que no debe ‘meterse’ en la vida de la gente, ni cuidar de su bienestar, ni debe garantizar un montón de derechos que creíamos ya garantizados, derechos que surgieron de luchas históricas». «Creo que aún no se dimensiona la pérdida que todos estos recortes al Estado implicarán para la población», expresó.
En este caso, las niñas y adolescentes de 11 a 19 años que constituyen la población destinataria del Plan ENIA, serán las principales perjudicadas con el cierre.
Según informó el gobierno de Salta, el año pasado la curva de embarazos en niñas de 10 a 14 años venía en descenso gracias a la Educación Sexual Integral. La tasa cada mil habitantes fue de 3 en 2018; 2,4 en 2019; 1,4 en 2020, el año de la pandemia; 1,5 en 2021, y 1,4 en 2022. Mientras que hasta julio de 2023 se registraban 44 niñas de entre 10 a 14 años embarazadas.
«El retroceso creo que puede leerse en distintos aspectos, principalmente el acceso a la salud de la población adolescente, y en eso, mayor riesgo de embarazo, de ITS (infecciones de transmisión sexual), de interrupciones clandestinas y con esto mayor riesgo para la salud de la gestante, y en fin, todas las problemáticas prevenibles que tenemos en salud, que en muchos casos se resuelven con poder contar con la información científica y oportuna», estimó Di Pasquo.
Prevención y promoción
Las asesorías y consejerías en salud sexual y reproductiva implementadas por el Plan ENIA servían para prevenir situaciones de riesgo sanitario y promocionar prácticas saludables y de cuidado.
Por ello, Di Pasquo consideró que la desmantelación de esta política también puede implicar un retroceso en la implementación de la ESI. «Sabemos que es una ley que ya tiene 17 años, sin embargo, la implementación nunca está garantizada», afirmó.
En ese sentido, la coordinadora explicó que el Plan ENIA funcionaba mediante articulaciones con tres ministerios de la Nación: Educación, Salud y Desarrollo Social, y con articulaciones locales en la provincia de Salta.
Desde el Ministerio de Educación de la Nación, en articulación con el provincial, «se trabajaba el dispositivo de Educación Sexual Integral (ESI) con acompañamiento pedagógico, en el cual realizaban el seguimiento y el acompañamiento a docentes y directivos de los colegios secundarios para que logren implementar la ESI y capacitar a la mayor cantidad de docentes en la temática», explicó.
Mientras que con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el plan funcionaba mediante un dispositivo de Base Comunitaria realizando asesorías en salud integral para adolescentes en espacios como centros barriales, comedores, clubs, donde se encontraban adolescentes en algunos casos no sin acceso a la escolaridad.
En tanto que con el Ministerio de Salud de Nación y de la provincia, el Plan ENIA funcionaba con dos dispositivos, uno de ellos era el de Salud Sexual, que realizaba capacitaciones y actualizaciones a efectores de salud sobre métodos anticonceptivos, la Interrupción Voluntaria y Legal del Embarazo y las legislaciones vinculadas al acceso a la salud de la población adolescente. También desde allí se realizaba el seguimiento de las IVE/ILE en este grupo etario específico.
Además, en la cartera de Salud había un dispositivo de asesorías en salud integral mediante las cuales asistían tanto a centros de salud y hospitales como a colegios secundarios realizando actividades de promoción de la salud, consejerías, acompañamientos ante situaciones complejas como abuso sexual, violencia intrafamiliar y de género, problemáticas de salud mental, intentos de suicidio, autolesiones, consumo problemático de sustancias, entre otros.
En las asesorías, personal especializado respondía dudas sobre métodos anticonceptivos y de barrera y gestionaban «turnos protegidos» con médicos y médicas y efectores de salud amigables para la población adolescente ante problemáticas específicas que surgían en las consultas.
«Estas asesorías eran voluntarias, convocábamos a lxs adolescentes desde juegos y talleres pero las consultas que surgían eran singulares y espontáneas. La salud era pensada de forma integral aunque el plan se inició haciendo foco en el embarazo no intencional, lo cierto es que la mirada desde el arranque contemplaba la integralidad de la problemática, por eso el abordaje era interministerial», explicó Di Pasquo.
En 2022 el gobierno de Salta informaba que había 94 dispositivos de asesorías para la atención de la población adolescente con los lineamientos del plan ENIA. Daban cuenta en ese momento de 39 asesorías en establecimientos secundarios de la ciudad de Salta y 22 en el departamento Orán. Además, se crearon 19 asesorías en centros de salud capitalinos y 14 en hospitales y centros de salud de Colonia Santa Rosa, Urundel, Pichanal, San Ramón de la Nueva Orán, Aguas Blancas e Hipólito Yrigoyen.
«Por último, y algo que es importante considerar también, es que desde la Dirección Nacional de Salud Sexual, de donde dependía el plan a nivel nacional, se enviaban los métodos de larga duración como los implantes subdérmicos», destacó Di Pasquo.
Faltan anticonceptivos
Según indicó a Salta/12 un trabajador del plan ENIA, en los centros de salud de Capital y de Orán ya faltan métodos anticonceptivos, entre éstos los preservativos, que además previenen las ITS, y también escasean los tests de embarazo y las pastillas de emergencia.
«Venimos en comunicación con ATE Salud Capital, de Buenos Aires, y provincial. A nivel federal se plantean diferentes estrategias de lucha, visibilización de la situación del plan y de lo que con el plan se pudo conseguir, que es una marcada disminución del embarazo adolescente, y en nuestra provincia además, la disminución de la tasa de mortalidad materna», explicó Di Pasquo.
También contó que están a la espera de concertar una reunión con el ministro de salud provincial, Federico Mangione, «para ponerlo al tanto de la situación en la que nos encontramos y desde las áreas que dependíamos en la provincia, es un tema que se está hablando y se están pensando estrategias».
Además, según explicó otro trabajador, el plan ENIA era la principal política pública que desarrollaban desde la Supervisión de Salud Adolescente, de la Dirección de Salud Materno Infanto Juvenil de la provincia, dependiente del Ministerio de Salud de Salta.
El trabajador señaló también que ya venían precarizados y tercerizados desde los gobiernos anteriores, porque prestaban servicios como monotributistas al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo ya que el gobierno argentino le pagaba a este organismo internacional para que gestione el Plan ENIA. «La contraparte es que en el Plan ENIA nadie le facturaba al Estado argentino sino al PNUD, a un organismo internacional», recalcó.
Contra el «metarrelato de los ñoquis», el trabajador subrayó que no lo eran y dijo que un soporte importante que demuestra su trabajo son las estadísticas ya que en los 5 años de ejecución del Plan ENIA «se disminuyó en un 50% la tasa de embarazo». También enfatizó que esta política pública fue reconocida en Latinoamérica por esos logros.
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