Antes de las últimas elecciones en Uruguay, el expresidente brindó un emotivo discurso que despertó una enorme ovación. «»Es la primera vez en los últimos 40 años que no participo en una campaña», dijo.
El expresidente de Uruguay, José «Pepe» Mujica, marcó una época en la política de su país y en el continente sudamericano. Respetado por su humildad, coherencia y lucha política, el líder del Movimiento de Participación Popular, emocionó a sus seguidores meses atrás, cuando dio un discurso en lo que fue su despedida de la política antes de las elecciones presidenciales que depositaron a Yamandú Orsi en el poder.
Frente a una multitud, Mujica afirmó que «es la primera vez en los últimos 40 años que no participo en una campaña electoral y no lo hago porque estoy peleando con la muerte». Meses después, falleció hoy a los 89 años de edad tras batallar contra un cáncer terminal.
Tras reconocer que su estado de salud era delicado, el expresidente uruguayo afirmó: «Tenía que venir hoy acá por lo que simbolizan ustedes, porque tengo fresco en mi retina la primera mateada». En ese contexto, aprovechó para dirigirse a los jóvenes, quizás su público predilecto durante los últimos años. «Soy un anciano que está muy cerca de emprender la retirada desde no se vuelve. Pero soy feliz, porque están ustedes. Porque cuando mis brazos se vayan habrá miles de brazos sustituyendo mi lucha», afirmó.
Y agregó: «La lucha continúa por un mundo mujer. He gastado mi juventud, mi vida, junto con mi compañera, que estoy vivo por ella»
Por último, y tal como ocurrió a lo largo de los últimos años, el expresidente habló sobre la necesidad de trabajar en busca de la unidad en su país y, sobre todo, de profundizar la educación en Uruguay, «Si no somos capaces como país de educar y de formar a las generaciones que vienen van a participar a las generaciones de los irrelevantes que no sirven ni para que los exploten».
«No al odio, hay que trabajar por la esperanza», señaló durante el pasaje final de su discurso. Por último, cerró: «Hasta siempre, les doy mi corazón».
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