La madre de la víctima acusó al personal de salud del hospital Pasteur de Villa María, Córdoba, de negligencia y mala praxis. «La dejaron morir sola como un perro», sentenció.
La ciudad cordobesa de Villa María continúa conmocionada tras la muerte de una joven de 30 años y de su bebé durante un parto que se realizó el domingo en el hospital Pasteur. El caso dio un giro impactante cuando la mamá de la víctima denunció por negligencia y mala praxis a los médicos que atendieron a su hija.
De acuerdo a la versión que dio la mujer, Natalia Resser entró al centro de salud con contracciones y a punto de tener a su bebé, pero los médicos no la habrían querido atender por el paro del personal de salud que regía durante esa jornada.
Luego de varios minutos de insistencia, la víctima pudo ingresar al hospital «gracias a un policía que pateaba la puerta», según contó la madre. Pero la situación no mejoró, porque los especialistas habrían esperado a un cambio de guardia para atender a la joven.
«En ese tiempo que esperó, sufriendo como un perro, al bebé dejó de latirle su corazoncito y mi hija hizo un pico de presión», relató la mujer al medio Villa María Ya. Una hora fue el tiempo que demoraron los médicos en atender a la joven, hasta que le realizaron una ecografía de ultrasonido y confirmaron que el bebé no tenía latidos.
La denunciante contó que, a raíz de confirmar el fallecimiento de su nieto, le realizaron una cesárea de urgencia. «Ahí ella escuchó, mientras le hacían todo y la atendían, que el bebé estaba muerto», detalló sobre el tratamiento de los médicos del centro de salud de Córdoba.
«La manosearon, la ultrajaron, le lastimaron un brazo. La habían anestesiado con epidural para hacerle la cesárea, no tendrían que haberle tocado el brazo, pero la sacudieron tanto para sacarle el bebé que la lastimaron toda. Gritaba de dolor, cuando siendo una cesárea se anestesia y no duele nada, y lo sé por experiencia propia», agregó la mujer.
El hospital Pasteur fue denunciado por mala praxis y negligencia. (Foto: Hospital Pasteur).
Pero el drama no terminó ahí, porque unos minutos después de la cesárea los médicos le informaron a la familia que tenían que operar nuevamente a Natalia para sacarle el útero porque presentaba sangrado.
Previo a esa segunda operación, la cambiaron de sala: «La pasaron a una pieza común donde le agarró una grave hipotermia. Las médicas se asustaron y la volvieron a pasar a terapia. Ella estaba muy ida, no reaccionaba nada», explicó la madre.
Luego de algunas horas, finalmente los médicos operaron a la joven y fue en esa intervención en la que -de acuerdo al parte médico oficial que presentaron el lunes- habría fallecido de un paro cardíaco del cual la intentaron reanimar. «Se estaba yendo en sangre y no lo pudieron controlar», agregó.
Según el relato de la mujer, los maltratos no terminaron ahí, porque desde el hospital Pasteur las obligaron a hacer todos los trámites rápidamente. «Nos apuraron a retirar a mi hija muerta y a mi nieto muerto. Tengo sus audios que me mandaba, sufriendo, que no la querían atender.
«La dejaron morir sola como si fuera un perro, eso le hicieron a una chica de 30 años con toda una vida por delante, dejando a una criatura de tres años sin madre», concluyó. Hasta el momento, el hospital no salió a dar declaraciones al respecto.
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