Encontraron muerta en la cárcel a una mujer que había confesado el crimen de su madre enferma

Celeste Rodríguez cumplía con la prisión preventiva en un complejo penitenciario de Córdoba, luego de haber reconocido que había asfixiado con una almohada a María Rosa Ravetti en la localidad de Capilla del Monte.

Una mujer de 30 años que estaba detenida en la cárcel de Bouwer, ubicada en Córdoba Capital, por haber confesado el crimen de su madre enferma, se quitó la vida en la celda que ocupaba desde el pasado 1° de febrero.

Se trata de Celeste Rodríguez, quien estaba imputada por el delito de «homicidio calificado por el vínculo» y cumplía con prisión preventiva mientras la Justicia realizaba las pericias correspondientes para determinar si era inimputable.

La mujer había sido detenida el pasado 1° de febrero, luego de haber confesado que asfixió con una almohada a María Rosa Ravetti (59) en su casa de la localidad cordobesa de Capilla del Monte. La víctima se encontraba postrada en una cama debido a problemas de salud.

Los informes preliminares indicaron que la muerte de la mujer detenida ocurrió por «autodeterminación», aunque no brindó detalles al respecto. Rodríguez recibía tratamiento psicológico y psiquiátrico en el Complejo Carcelario 1 Reverendo Francisco Luchesse.

La fiscal a cargo de la causa, Paula Kelm, ordenó una serie de medidas para poder determinar con precisión la causa de la muerte. «Se estaba concluyendo la pericia psicológica y psiquiátrica por parte de un equipo especializado para determinar si pudo comprender sus actos y dirigir sus acciones al momento del homicidio», indicaron las fuentes de la causa.

El crimen de su madre enferma y sus inquietantes posteos en redes sociales

El pasado 1° de febrero, Celeste Rodríguez asfixió con una almohada a su madre, que se encontraba con problemas de salud y postrada en una cama. Fue la propia mujer quien llamó al 911 para denunciar que había matado a su madre en su casa ubicada sobre la calle Ricchieri de la localidad de Capilla del Monte.

Cuando los policías llegaron al lugar se encontraron con una mujer postrada en la cama y sin signos vitales. Días antes, la asesina había advertido en sus redes sociales que estaba cansada de cuidar a su madre e incluso alertó lo que podía llegar a ocurrir.

La hija de la víctima se encontraba en la casa al momento del crimen y relató que estaba «cansada de las peleas con su madre y que la había asesinado colocándole una almohada en la cara», con la cual la asfixió y la mató.

«Estoy tan cansada, física y mentalmente. No poder vivir normal, ocuparme de mis hijas, de mi vieja que está remil enferma porque es peor que una nena de dos años», escribió en su perfil de Facebook Rodríguez, horas antes de cometer el crimen.

En el mismo posteo, la mujer afirmó: «Soy madre, padre, hija, enfermera, novia, empleada, ama de casa. No doy más. Me va a dar un ACV, intento ser fuerte por mis hijas, pero no doy más, nadie me ayuda. Estoy cansada. Por qué mierda yo sola me tengo que ocupar de ella cuando tienen a mi hermano y la familia que la crió. Todos se lavan las manos y me dejan todo a mí. Y sí, soy fuerte pero me cansó. Necesito descansar. Necesito un día de paz».

Cuatro horas después del primer comunicado, publicó otro más corto pero mucho más fuerte: «Bueno. Pedí mucho tiempo ayuda. Nadie me ayudó. Nadie respondió. Espero que mis hijas estén bien. Dios, perdoname».

De acuerdo a los primeros testimonios, Ravetti se encontraba postrada hace más de dos años por problemas de salud y la relación con su hija era conflictiva. De hecho, los vecinos declararon que las discusiones eran frecuentes entre las dos mujeres.

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Actualizada: 4 de abril de 2023 — 19:35