Fue por unanimidad. La Cámara Alta sesiona por primera vez en 5 meses e intenta redimirse de la polémica suscitada dos semanas atrás, cuando una discusión caliente terminó con el abandono del recinto por parte de la oposición.
La Cámara Alta sesiona por primera vez en los últimos cinco meses e intentará redimirse de la polémica suscitada dos semanas atrás, cuando una discusión caliente terminó con el abandono del recinto por parte de Juntos por el Cambio.
Con la presencia de la familia Dupuy en el recinto, el Senado aprobó esta tarde la Ley Lucio, la normativa que busca prevenir la violación de derechos de los niños y adolescentes.
Entre los proyectos que forman parte del temario, también se encuentra la ley de Alcohol Cero, la iniciativa para ampliar el Programa de Cardiopatías Congénitas y la renovación automática del Certificado Único de Discapacidad.
Cristina Kirchner presidió la sesión durante los primeros 45 minutos, luego se retiró y le dejó su lugar a Claudia Ledesma Abdala, la presidenta provisional de la Cámara Alta. “Celebro que estemos sesionando. Me preocupa la agresión a la presidenta provisional, se levantaron de sus bancas faltándole el respeto”, señaló José Mayans en el inicio.
A minutos de votarse la normativa inspirada en la trágica muerte de Lucio Dupuy, la titular del Senado regresó y volvió a encabezar la sesión. Presenció también la aprobación del reconocimiento de la lengua de señas argentina como idioma viso gestual y se retiró nuevamente, quedando a cargo Ledesma Abdala.
El primero de los proyectos que se aprobó durante la jornada fue el que refiere a los pliegos de los jueces designados para Santa Fe y Córdoba, con 63 votos afirmativos.
Tras cinco meses frenado, vuelve a sesionar el Senado
La grieta en la política argentina no da tregua y menos aún en un año electoral. El Congreso de la Nación no escapa a esta situación, más bien lo contrario, es un fiel reflejo de los enfrentamientos entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. A tal punto que hacen muy complejo el normal funcionamiento del Poder Legislativo. Y la peor parte se la lleva la Cámara alta: el Senado no sesionaba desde hace casi 5 meses.
El último intento de sesionar terminó en escándalo, luego de que una discusión por el reglamento derivara en el abandono del recinto por parte de Juntos por el Cambio, dejando la sesión inconclusa. La intolerancia política dejó truncos este y otros proyectos que se aprestaban a aprobar en un temario acordado previamente.
Ante este panorama, los días previos al fin de semana largo por Semana Santa tuvieron como objetivo bajar los decibeles de los enfrentamientos. La acción estuvo lejos de micrófonos y flashes, con la misión de destrabar la situación y volver a sesionar con normalidad. Y hubo un principio de acuerdo, al menos en los papeles: oposición y oficialismo presentaron un pedido formal para sesionar el mismo día, a la misma hora.
El miércoles pasado, los principales referentes de JxC presentaron formalmente un pedido de sesión para el jueves 13 de abril a las 14: esto es, para el mismo día que el PJ bonaerense y La Cámpora, bajo la conducción de Máximo Kirchner, convocaron a una movilización para respaldar a Cristina Kirchner, frente a los tribunales federales de Comodoro Py. Tras el planteo opositor, el Frente de Todos presentó su propio pedido para el mismo día y a la misma hora.
El trasfondo que desnudó el episodio de la última sesión es que el Frente de Todos ya no controla la mayoría en el Senado, sede política del poder de la Vicepresidenta, y está obligado a negociar, algo que no sucedió en los últimos tres años de Gobierno. Al contrario, la oposición dio ciertas señales de unidad que, de volverse recurrente, podría configurar una nueva mayoría en la Cámara Alta.
El dato es que en el pedido para sesionar el 13 de abril que Juntos por el Cambio presentó este miércoles, el temario propuesto por la coalición opositora coincide en un 90% con el que había fijado el oficialismo para la sesión del 30 de marzo que terminó en escándalo. Justamente, porque los bloques opositores se negaron a aceptar que el Frente de Todos incumpliera con el reglamento de la Cámara Alta.
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