Arabia Saudita y Messi, una relación multimillonaria

Lionel Messi jugará en el Inter Miami en las próximas tres temporadas. En Estados Unidos comenzará a diagramar la dificultosa transición entre el futbolista profesional y el «día después». Pero los vínculos con el dinero que aportan las arcas árabes parece que lo tendrá en vilo también por los próximos años.

Se sabe que cuando Messi se encontró con el inconveniente de no poder continuar con Barcelona, algunas proyecciones provinieron del golfo arábigo, las que albergaron sus nuevos sueños.

 

Pero, además de los años en PSG y ese mes de ensueño vivido en Qatar en 2022, Messi buscó nuevos horizontes que lo podrán seguir considerando, quizás, como el mejor jugador del fútbol mundial. Y comenzó a sacar provecho de una nueva asociación: un contrato con fines de promoción y turismo con Arabia Saudita.

 

Semanas atrás, The New York Times publicó en detalle este nuevo convenio, que comenzó con una sesión de fotos del rosarino en el Mar Rojo y que valió aproximadamente dos millones de dólares.

 

La puja entre Qatar y Arabia Saudita por una imagen dentro del deporte de élite lleva años. Y si el fondo de inversión qatarí solo pudo sostener a Messi con la camiseta del PSG sin poder alcanzar los resultados esperados, ahora es el turno de la inversión saudí.

 

Messi podría recibir hasta 25 millones de dólares durante tres años. Solo debe realizar algunas apariciones comerciales, algunas publicaciones en sus redes sociales y vacaciones con todos los gastos pagados con su familia en el reino de Arabia Saudita. El contrato admite que los hashtags deben ser aprobados por Arabia Saudita.

 

Pero hay algo más en esta lucha. Un documento firmado en la visita reciente de Messi al país árabe admitió que el jugador no puede decir y hacer nada que pueda «manchar» a Arabia Saudita.

 

Messi fue el capitán de la Selección argentina que logró la Copa del Mundo en diciembre en Qatar, pero desde Arabia Saudita lo viene buscando hace muchos años. El occidente crítico se burla de Arabia Saudita por su estrategia: usar deportes y figuras deportivas para blanquear el historial de derechos humanos del país, su trato a las mujeres, el asesinato del columnista del Washington Post, Jamal Khashoggi, y otras acciones autoritarias.

 

Y Messi cumplirá ese rol de embajador turístico y asesor de imagen.

 

Durante los últimos años, Arabia Saudita gastó fortunas para hacer grandes apuestas en los deportes profesionales: la compra de un equipo de fútbol de la Premier League, combates de boxeo, carreras de autos de Fórmula 1 y, la más recientemente, una incursión en el golf profesional.

 

Por eso los detalles del contrato de Messi con la autoridad de turismo saudí son un secreto bien guardado. No está claro si el contrato revisado por The NY Times es la versión actual: con fecha de enero de 2021, fue firmado por Messi y su hermano Rodrigo, quien se desempeña como su gerente comercial, pero no está firmado por funcionarios saudíes.

 

Al futbolista argentino le pagarán por cumplir los siguientes términos:

 

Unos dos millones de dólares por unas vacaciones familiares en Arabia Saudita de cinco días por año, con los gastos del viaje y alojamiento que deberán ser pagados por el gobierno saudí para Messi y hasta 20 familiares y amigos.

 

Otros dos millones por promocionar Arabia Saudita en sus cuentas de redes sociales diez veces al año, aparte de la promoción de sus vacaciones en el reino. Y otros dos millones más para participar en una campaña turística anual. Sumando otros dos millones para obras de caridad y apariciones.

 

Pero en el medio de estas oportunidades de llevar una imagen a límites positivos inimaginables, el Ministro de Exteriores saudí anunció en estos días que finalmente desisten de la candidatura para organizar el Mundial 2030 (junto a Grecia y Egipto), porque han estudiado en detalle que no suman chances ante la candidatura que fijaron España, Portugal y Marruecos.

 

Eso reforzó a las candidaturas europeas y sudamericanas (Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay) y que en septiembre de 2024 se conocerá al ganador.

 

Fue una jugada pensada la de Arabia Saudita, que en los últimos 18 meses invirtió 8.000 millones de dólares en la adquisición y creación de participaciones en empresas de juegos de todo el mundo. Riad pretende convertirse en una fuerza dominante en la creciente industria del entretenimiento.

 

Ofertas astronómicas por Cristiano y Benzema, privatizaciones de clubes de fútbol y operación histórica en el golf. Son los nuevos titulares que ha dejado solo en la última semana en Arabia, que lanzó un ambicioso ataque para convertirse en un bastión del deporte mundial.

 

Esto empezó mucho antes que el Gobierno declarara oficialmente sus intenciones y buscara relevar a Qatar y Emiratos Árabes Unidos como cuna de la industria. El trío ya acumula en su palmarés el Mundial FIFA, la Supercopa de España en Riad y Jeddah, el Mundial de Clubes, GPs de MotoGP y Fórmula 1, lucha libre o mundiales de atletismo y natación, entre muchos otros eventos.

 

Y algunos objetivos lo tienen Messi como embajador.

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Actualizada: 25 de junio de 2023 — 11:09