Manteniendo el hermetismo sobre la investigación del asesinato de la periodista Griselda Blanco (44), que ocurrió el sábado 20, se siguió ayer con otros procedimientos. La causa tiene como imputado a Armando Jara (54), expareja de la víctima. Ayer a la mañana, agentes de la Policía Federal, junto a efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Regional III de Curuzú Cuatiá, allanaron un local bailable situado por la ruta provincial 126. No trascendió el resultado de la diligencia. En otras intervenciones se habrían secuestrado celulares y videos de cámaras de seguridad, que serán analizados por técnicos de la PFA.
Familiares del detenido Armando Jara dieron a conocer un comunicado. «Agradecemos a la comunidad de Curuzú Cuatiá por la confianza. Al igual que ellos, sabemos que Armando es inocente», dice el texto. Agrega que «nos sentimos indignados con lo que ocurrió en la audiencia del martes. Confiamos en Dios que nos encaminará a la verdad para que se esclarezca la muerte de Griselda por el bien de esta comunidad».
Por otra parte, desde la Fatpren, en la conferencia de prensa de ayer, dirigentes del sindicato y de Periodistas Argentinas pidieron justicia para Griselda Blanco y anunciaron que viajarán a Curuzú Cuatiá para acompañar a su familia y la Asociación de Periodistas de Corrientes, que siguen de cerca la investigación del crimen. En la conferencia hablaron la periodista Silvia Martínez Cassina; Claudia Acuña, de Periodistas Argentinas, y Carla Gaudensi, secretaria general de la Fatpren. Expresaron que la precarización laboral y las amenazas que sufría Griselda son una muestra de las violencias que padecen las trabajadoras de prensa.
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