Las entidades empresariales del sector admitieron su preocupación por el anunciado freno a los proyectos financiados por Nación. «Fue muy duro escuchar eso. Veremos cómo siguen al asumir y tener una real dimensión de la situación», indicó el titular de CAMARCO.
Una de las medidas anunciadas por el propio Javier Milei que aplicará su gobierno tiene que ver con cambios en la obra pública financiada por Nación: las que están en ejecución se terminarían, pero los nuevos proyectos se frenarán para pasar a la inversión privada.
En este marco de anticipo de medidas de la administración que comenzará el 10 de diciembre, desde entidades empresariales del sector de la construcción admitieron su preocupación sobre la medida y su impacto. «Para nosotros es gravísimo; como empresas es gravísimo; como actividad es grave que nos digan que se parará la obra pública», dijo ayer el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) delegación Corrientes, Gustavo Rosello.
De todas maneras, el dirigente empresarial dijo que hay que aguardar a ver cómo -finalmente- se desenvuelve el nuevo gobierno en este sentido, una vez que conozca el real escenario nacional en el sector.
«Hay cambio histórico de gobierno», indicó en principio Rosello y a continuación agregó: «El Presidente electo no hizo más que reiterar algunas políticas respecto de las obras públicas que ya venía planteando en la campaña. Lo volvió a decir ahora: que pararía las obras públicas en ejecución y por ejecutarse. En un principio, el impacto fue muy duro: escuchar de nuevo eso de nuestro nuevo Presidente a poco de asumir. Una cosa es la campaña y otra cuando ya tiene mandato popular, sabiendo lo que significa para mucha gente decir que no habrá más obras públicas. Significa, para muchos, pérdida de trabajo y para otros, de venta», indicó.
En este sentido, dijo: «Tenemos que darle al Presidente y a su gabinete el tiempo necesario para que tome posesión del cargo, asumiendo la situación actual, para después tener una dimensión real del escenario y las deudas también», afirmó.
En este marco, Rosello reconoció el desarrollo de la obra pública en la provincia sustentada por el Gobierno local.
Valdés y Vignolo
También hablaron del tema, en sendas declaraciones a la prensa, el gobernador Gustavo Valdés y el secretario general de Gobierno, Carlos Vignolo.
«Esto nos afecta mal», señaló Valdés en una entrevista con Radio Rivadavia en Buenos Aires. En la ocasión, señaló que en la provincia el esquema es diverso. «Depende de la obra, algunas las hacemos por administración por el Estado provincial, que son más baratas que las obras que hacemos con el sector privado, otras las hacemos con dicho sector», explicó el Mandatario.
«Ahora nos preocupa, porque hay obras públicas nacionales que están licitadas y hechas por Nación. Por ejemplo, en materia de escuela, el Gobierno nacional nos debe girar fondos para terminar obras por 15 mil millones de pesos o la autovía de ingreso a Corrientes, en que se debe mil millones y para terminar se necesita cinco mil millones. Esa plata no la tiene la Provincia, porque son obras nacionales», especificó.
«En Corrientes no sentiremos tanto el impacto de la paralización de esas obras, porque ya vienen así desde hace bastante tiempo con el Gobierno nacional saliente. Sí queremos saber cómo se aplicarán los nuevos conceptos en materia de Infraestructura», dijo por su parte Vignolo.
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