El informe es concluyente, ratifica lo actuado apenas sucedido el hecho y fue firmado por todos los profesionales médicos que intervinieron, incluidos los dos peritos de la querella. En solo 72 horas, el IMF desplegó un amplio operativo y aseguró la pericia del cuerpo.
El último jueves, el Instituto Médico Forense del Poder Judicial (IMF) le practicó la autopsia ordenada por el juez de Garantías de Santa Rosa, Dr. Oscar Ignacio Dubrez, al cuerpo del niño Matías Andrés Sosa y ratificó que la causa de su muerte fue «asfixia por sumersión en medio líquido». Tras un exhaustivo examen cadavérico, no halló ninguna lesión traumática ni indicadores indirectos de que hayan existido.
La etapa del análisis e informe del caso se desarrolló el mismo jueves durante la mañana, y a partir de los resultados obtenidos de las distintas prácticas se elaboró un informe único en absoluto consenso de todos los profesionales intervinientes, siete del IMF y dos de la querella autónoma, Dra. Laura Leonor López y Dr. Luis Oreste Acevedo, quienes participaron de todo el proceso. Este informe establece como causal de muerte del niño Matías Andrés Sosa: «asfixia por sumersión en medio líquido».
En solo 72 horas, el IMF desplegó el amplio operativo para poder peritar el cuerpo, trasladándolo de Buenos Aires a Corrientes y únicamente los gastos funerarios estuvieron a cargo de la madre del niño.
Entretanto, y luego del consenso con los profesionales del Servicio de Laboratorio del IMF, bioquímicos Jorge Reimer y Azul Solimano y los propios peritos de parte, se hicieron estudios de medula ósea –en muestras del esternón– para determinar la existencia de plancton y/o fitoplancton. El resultado fue positivo, lo que demuestra que el niño cayó con vida al agua.
Además, se ordenaron estudios toxicológicos sobre las muestras tomadas de hígado y lixiviado. Este informe en curso demanda al menos diez días, será complementario de la autopsia, y se elevará a la Oficina Judicial (OFIJU) de Santa Rosa.
El informe –luego del proceso de autopsia y los estudios radiológicos–
es concluyente respecto de que «no se han constatado lesiones traumáticas ni indicadores indirectos de que hayan existido» y que «se han observados hallazgos indicadores de un síndrome asfíctico». Es decir, que tuvo «privación de oxígeno», en este caso en un medio líquido.
PLANIFICACIÓN
El IMF, a través de su decano, doctor José Luis Gálvez, llevó adelante entre 2 y el 5 de este mes una planificación para llevar adelante las pericias ordenadas, las que comenzaron el pasado lunes 2 del actual, a las 11 hs, con la exhumación y traslado del cuerpo del niño.
El doctor Gálvez se constituyó personalmente en el Cementerio de San José de Flores, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para dirigir el proceso. Allí se realizó el embalaje y precintado bajo estricta cadena de custodia, para su traslado a Corrientes, el cual realizó una empresa contratada por la madre del niño.
Ya en esta capital, se practicaron los estudios tanatológicos, y conforme a lo requerido por la querella, se programaron y ejecutaron en tres etapas:
-Estudios radiográficos: fueron previos a la autopsia, con digitalización de las imágenes y análisis de las mismas por los profesionales que integraron la Junta Médica que analizaba el caso. Esta etapa estuvo a cargo del doctor José Luis Sáenz Azar, especialista en Traumatología de niños y el doctor Jorge Mariano Saade, ambos médicos forenses del IMF.
-Autopsia: bajo la dirección del doctor José Luis Gálvez se hizo la autopsia médico legal junto a los médicos forenses, doctor Javier Del Río y la doctora María Lorena Geibel. En todo momento del proceso estuvieron presentes los médicos designados por la querella y la defensa, doctora Laura Leonor López y doctora Luis Oreste Acevedo.
El proceso se documentó en 198 fotografías, más las imágenes radiográficas.
Una vez finalizada la autopsia, el féretro fue nuevamente embalado en bolsa cadavérica y precintado para su traslado al Cementerio de origen, donde fue inhumado nuevamente el jueves en horas de la mañana.
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