En un cotejo que no registra antecedentes, ambos equipos se medirán por el segundo partido del grupo G este jueves desde las 21, con transmisión de la TV Pública y DSports, en el Dunedin Stadium, con el arbitraje de la neozelandesa Anna-Marie Keighley.
El seleccionado argentino jugará este jueves frente a Sudáfrica por el Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda 2023, en la ciudad neozelandesa de Dunedin, donde buscará la primera victoria para el fútbol femenino argentino en la historia de los Mundiales.
En un encuentro que no registra antecedentes, Argentina y Sudáfrica se medirán por el segundo partido del grupo G desde las 21 hora argentina, con transmisión de la TV Pública y DSports, en el Dunedin Stadium, con el arbitraje de la neozelandesa Anna-Marie Keighley.
El equipo dirigido por Germán Portanova, número 28 del ranking de la FIFA, perdió en el debut contra Italia (16) por 1-0 en Auckland, donde la delantera Cristiana Girelli marcó de cabeza -al minuto 87- el único tanto de un encuentro que parecía destinado a la igualdad sin goles.
«Un empate hubiese sido lo más justo», se lamentó Portanova, DT de Argentina, después de la derrota ante las italianas. A pesar del resultado, el seleccionado mostró un fútbol muy mejorado respecto de hace cuatro años atrás en Francia 2019 o al menos no tan defensivo. Intentó jugar, presionar cerca del arco rival y ser competitivo contra un equipo europeo más profesionalizado.
«Fue un partido parejo, ellas tuvieron el control por momentos, nosotras intentamos hacer nuestro juego y lamentablemente una pérdida de balón deriva en el gol sobre el final. El rival también juega. Nos vamos con una sensación amarga pero no nos queda otra que levantar cabeza», analizó Estefanía Banini, que deslumbró con sus gambetas ante las italianas en el Eden Park, especialmente en el primer tiempo.
En su cuarta participación en las Copas del Mundo de la FIFA, Argentina tiene otra oportunidad para hacer historia ante Sudáfrica. Las Banyana Banyana se caracterizan por ser veloces para ir al ataque y también están en la búsqueda de su primer triunfo en un campeonato Mundial.
Las sudafricanas solo participaron en Francia 2019, torneo en el que perdieron sus tres partidos de la fase de grupos. Tienen, al igual que Italia, una entrenadora mujer, Desiree Ellis. En total, en este Mundial de 32 equipos son 12 las DT mujeres.
Las campeonas de la Copa Africana en 2022, que figuran en el puesto 54 del ranking mundial, le dieron bastante trabajo a Suecia en su debut. Las suecas (terceras en el último Mundial y actuales número 3 del mundo) dieron vuelta el 0-1 que había marcado Hildah Magaia al comienzo del segundo tiempo y finalmente ganaron 2-1 con los goles de Fridolina Rolfo y Amanda Ilestedt.
La talentosa delantera Magaia se retiró lesionada del partido ante Suecia por un golpe, pero ya se recuperó y jugará contra Argentina.
A este Mundial, las conducidas por Ellis llegaron con conflictos con su Federación: algunas se negaron a jugar el último amistoso previo ante Botswana por las malas condiciones de la cancha para evitar lesiones y para que las autoridades dieran respuesta a sus reclamos respecto al pago de los 30.000 dólares que la FIFA destinará a cada futbolista por participar (pidieron que el monto fuera incluido en sus contratos).
El problema se solucionó y las sudafricanas mostraron una buena performance en el primer encuentro mundialista del grupo ante el favorito Suecia, una de las potencias.
Las argentinas se entrenaron por última vez en el Michael»s Ave Reserve de Auckland el miércoles por la mañana con todas las jugadoras en condiciones, sin lesionadas (Daiana Falfán tenía un golpe en la pierna pero está a disposición). Portanova no dio señales de la formación inicial para enfrentar a las sudafricanas, aunque no se esperan demasiados cambios. El equipo terminó con cuatro amonestadas en el choque ante las italianas: Mariana Larroquette, Miriam Mayorga, Florencia Bonsegundo y Eliana Stábile.
La delegación albiceleste se trasladará un día antes del partido a Dunedin, ciudad de clima más frío y ubicada a unos 1.400 kilómetros de Auckland en la bahía de Otago en la isla sur de Nueva Zelanda.
El Forsyth Barr o Dunedin Stadium, de hecho, es el único estadio completamente cubierto de este país por razones climáticas que afectan a las regiones del sur del país y por su apariencia tiene el apodo de «El Invernadero». Cuenta con capacidad para 28.744 personas.
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