El Gobierno pidió reiniciar la discusión por la soberanía de Malvinas, interrumpida desde 2016

El canciller Santiago Cafiero notificó a su par británico James Cleverly la decisión de suspender el pacto Foradori – Duncan, firmado bajo la gestión de Cambiemos.

El Gobierno resolvió la disolución del pacto «Foradori – Duncan» con Reino Unido, firmado bajo la gestión de Cambiemos, y propuso una reunión para retomar la discusión por la soberanía por las Islas Malvinas. Así lo comunicó el canciller Santiago Cafiero, en reunión con su par británico, James Cleverly, en Nueva Delhi, en el marco de la Cumbre de Ministros de Relaciones Exteriores del G20.

El funcionario de la administración de Alberto Fernández presentó una nota formal informando el cese del acuerdo, y en su lugar, propuso retomar la discusión. En el documento entregado por Cafiero, el Gobierno sostiene que ‘‘el Reino Unido ha realizado continuadamente actos unilaterales, que han sido oportuna y debidamente protestados por la República Argentina», y que, a lo largo de este tiempo, se han negado a reanudar las negociaciones de soberanía por las que bregan las Naciones Unidas.

En otro pasaje, aclara: «Informa al gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte que el Comunicado Conjunto del 13 de septiembre de 2016, conocido como ‘Foradori-Duncan’, y sus efectos, se dan por terminados’’.

A su parte, el canciller planteó realizar una reunión entre ambos países, en la ONU, con sede en Nueva York, para avanzar en una negociación respecto a la soberanía del territorio, la conectividad aérea y marítima de las islas, como también acordar medidas que garanticen los intereses y el modo de vida de los habitantes y que favorezcan el desarrollo de vínculos culturales, económicos, sanitarios, educativos con el territorio continental argentino.

Además, reclamó que se que permita el aprovechamiento, la conservación y preservación de los recursos naturales en el área bajo disputa de soberanía, y la desmilitarización de las áreas bajo disputa.

Las Islas Malvinas fueron ilegalmente ocupadas por fuerzas británicas el 3 de enero de 1833. Desde ese entonces, la Argentina mantiene el reclamo de ejercer su soberanía efectiva sobre el territorio y los espacios marítimos circundantes.

En 2016, bajo la administración del aquel entonces presidente Mauricio Macri se firmó el pacto «Foradori-Duncan» entre el vicecanciller Carlos Foradori, y el ministro de Estado para Europa y las Américas, Alan Duncan que fue publicado bajo la forma de “comunicado conjunto” para evitar su tratamiento en el Congreso Nacional.

Desde el actual Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto lo consideran como «uno de los hechos más lesivos para el histórico reclamo» ya que su letra «garantiza a Reino Unido la remoción de los obstáculos para el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas, desarmando una estrategia que se había impulsado poner límites a la ocupación ilegal y a la expoliación de los recursos naturales del archipiélago».

El documento fue rechazado desde un primer momento por dirigentes del Frente de Todos debido a su carácter y permisibilidad ante Reino Unido respecto de la explotación de los recursos naturales argentinos en la región, lo que atenta contra el reclamo de soberanía histórico.

«Se trata, por lo tanto, de un acto que tiene características manifiestamente ilegítimas y agraviantes para los intereses nacionales. La declaración adopta las dos principales demandas británicas que la primera ministra Theresa May le había realizado al presidente Macri en una carta que le había enviado breve tiempo atrás: Remoción de obstáculos para explotación de recursos y vuelos al continente», ampliaron desde la Cancillería

Con respecto a los recursos naturales de la Argentina, el comunicado firmado por Foradori y Duncan detalla que se acordó “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”.

En la misma línea, hace referencia a los vuelos al territorio al sostener que ambos cancilleres “acordaron que serían establecidas conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países”, en contraposición a la demanda histórica de la Argentina para promover un segundo vuelo desde territorio continental mediante Aerolíneas Argentinas.

El comunicado suponía además el levantamiento medidas administrativas, legislativas y judiciales adoptadas para proteger los recursos frente a la explotación ilegal de la pesca e hidrocarburos.

Desde la Cancillería señalaron también que el pacto «no hace mención a la disputa de soberanía, a la Resolución 2065 (XX), a la violación de la Resolución 31/49 que prohíbe acciones unilaterales y que el Reino Unido está llevando adelante en el área. Tampoco menciona la base militar que existe en la zona de paz y cooperación del Atlántico Sur».

«El único obstáculo para el desarrollo económico de las Malvinas es, justamente, la persistencia de la disputa de soberanía que el Reino Unido se niega a negociar», sumaron.

Si bien el secretario de Malvinas, Guillermo Carmona, supo declarar a principios de 2022 que el documento firmado por el exvicecanciller del macrismo y el canciller británico «no tenía ninguna validez» por decisión del Gobierno argentino, celebró hoy el fin del acuerdo al sostener que “se deja atrás una etapa oscura”.

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Actualizada: 2 de marzo de 2023 — 12:49