Por la falta de lluvias o la poca cantidad caída en las últimas semanas, varias cooperativas y entidades que proveen agua en algunos municipios de Misiones trabajan al límite de su capacidad. Una de ellas es la de Guaraní, que comenzó a brindar el servicio por horas a sus socios y temen que el escenario se complique aún más. Para que la cosa cambie deben llover tres días seguidos, dijeron.
La toma de agua que tiene la Asociación Mutual de Agua Potable de Guaraní (Amag) se provee de dos vertientes y en la actualidad no alcanza el caudal para realizar el bombeo a la planta potabilizadora; ante esta situación también podrían dejar de abastecer a los socios con el vital líquido en la zona alta de la localidad en las próximas horas.
Mientras que en la zona baja de Guaraní existe un pozo perforado y sufren la misma situación producto de la sequía. Para anoche se esperaba una reunión entre los integrantes de la mutual para tomar decisiones al respecto.
Gran sequía
En ese sentido, desde inicios de semana la Amag viene alertando sobre el escenario que se vive. «Debido a la gran sequía que está atravesando la provincia y también la localidad, el nivel del lago donde se toma el agua para su posterior potabilización ha bajado considerablemente; por esto, se está evaluando decretar la emergencia hídrica en las próximas horas», habían dicho.
Al pasar los días la situación se fue complicando más y comenzaron -desde la planta potabilizadora- a restringir por horarios el servicio de agua. En ese sentido, cabe aclarar que no todo el pueblo recibe agua potabilizada, solamente la zona alta, donde hay más de 600 socios que cuentan con el servicio y dependen de un tanque de 75.000 litros, pero ante el intenso calor el consumo crece y se larga el agua en diferentes horas para mantener lo poco que se puede potabilizar cada jornada.
«El lago no está brindando el servicio de forma normal, el nivel no alcanza para llenar la pileta de donde se bombea hasta la planta. Ante esta situación, quienes administran la mutual nos pidieron que vayamos cortando el servicio y actualmente el tanque está a la mitad», explicaron operarios
Mientras que en la zona baja existe un pozo perforado de donde se proveen del líquido y brindan el servicio para más de 400 asociados. «El pozo perforado está en la misma situación, ya no tiene suficiente agua y esto se va a complicar y para que ambos sectores cuenten con el servicio debe llover tres días seguidos», dijeron los trabajadores.
La toma de agua de la Amag según los últimos datos está 50 centímetros por debajo de su caudal normal y con el agua prácticamente estancada.
Así, como se dijo, quienes administran la mutual convocaron a una reunión para definir los pasos a seguir, pero durante el día de ayer el presidente en uso de licencia, Adrián Verón, volvió a insistir con gestiones ante el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (Imas) para lograr un nuevo pozo perforado y al menos así mejorar la situación.
«El año pasado hemos gestionado desde Amag el pozo perforado y en esta oportunidad volvimos a llamar, ahora la empresa que realizará la perforación está en Los Helechos y a más tardar el sábado deben empezar a perforar en Guaraní», señaló Verón.
Escenario similar
En otras zonas el escenario no es diferente. Tal es el caso de la Cooperativa de Electricidad de Montecarlo (Ceml) donde anunciaron ayer que se encuentran en un estado de «alerta hídrica» por la situación de bajante que mantienen los arroyos Itacuruzú y Caraguatay, desde donde se provee la planta potabilizadora de agua de la localidad del Alto Paraná.
Ante esta situación solicitaron en la jornada de ayer a los socios de la entidad que «hagan un uso racional del agua potable, limitando el consumo solamente a los aspectos esenciales y evitando los derroches y destinos evitables, porque la única manera de sortear el impacto que provoca esta situación climatológica, es que llueva y se recuperen los caudales de arroyos y pozos, o que disminuya el consumo», detallaron desde la entidad cooperativa.
Si bien algunas zonas son abastecidas con pozos perforados, se tiene total precaución por la sequía, por lo que también se pidió a esos usuarios el uso racional del líquido.
Esta situación, observaron desde la Cooperativa, se viene registrando desde hace varias semanas en los arroyos de donde se extrae el agua.
Por otra parte, desde la entidad afirmaron que se avanza con la construcción de la toma de agua desde el río Paraná, pero aún faltan algunas etapas para concluir.
Además hace algunos días se realizó la colocación de un tanque elevado de 100 metros cúbicos de capacidad en el predio del sector de agua potable de la Ceml, que es parte de la obra de toma de agua del río y tiene como objetivo optimizar y aumentar el rendimiento de uno de los módulos de tratamiento de la planta potabilizadora que construyó hace unos años la cooperativa. Esto requiere unas tareas para sacar máximo provecho del tratamiento y va a servir de reserva en altura para hacer el retrolavado. Además permitirá aumentar la capacidad de tratamiento de la planta y tratar mayor cantidad de agua cuando esté en funciones la toma de agua del río.
De esta manera, si bien está en retroceso, el impacto de La Niña todavía se siente y persistirá al menos hasta entrado el otoño. Según los registros de la Estación Experimental Agropecuaria Cerro Azul del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), en lo que va del año las lluvias vienen siendo dispersas y variadas en Misiones. Mientras en zona Norte las precipitaciones fueron de casi 400 milímetros durante enero y febrero, en zona Sur apenas si llegan a los 100.
Fuente: El Territorio
Compartir