Shunko Rojas, ex funcionario de Macri y actual asesor de la Unidad de Desregulación de la Economía, fue a una audiencia con el doble rol de estatal y representante de la minera Río Tinto.
No será el primero ni el último caso en un Gobierno que, según los que conocen el paño, generará en el corto plazo novedades constantes sobre irregularidades, sospechas de negocios privados y dobles roles. Pero el asunto llama la atención: un funcionario de Javier Milei, designado recientemente como asesor en desregulación económica, ejerce en paralelo como lobista de empresas privadas, entre ellas una gran minera multinacional muy interesada en proyectos de Litio.
La referencia es para Shunko Rojas, ex funcionario de Mauricio Macri y actual asesor en la Unidad de Desregulación de la Economía que comanda Federico Sturzenegger. Rojas, que desde principios de año ocupa ese cargo, produjo un hecho inédito. Según supo Página I12, el 6 de febrero hubo una audiencia de la Minera Río Tinto, una multinacional británica, con José Ignacio García Hamilton, secretario de la Secretaría Legal y Administrativa del Ministerio de Economía. Esa reunión, según consta en el Registro Único de Audiencias del Ministerio del Interior, la pidió el propio Shunko Rojas, que en ese reporte figura en el doble rol de asesor en desregulación y solicitante por parte de la empresa Río Tinto.
“El solicitante participó de la audiencia en representación de la Persona Jurídica Río Tinto”, destaca el documento que blanquea ese encuentro, que se dio en el edificio de Hacienda. En ese mismo mitin, por parte directa de la empresa, fueron de la partida María Paula Uribe, Directora de Relaciones Institucionales de Río Tinto para América Latina y Santiago Cicchetti, responsable de Relaciones Institucionales para Argentina.
La historia es curiosa y hasta grotesca. A fines de enero, más precisamente el 25 de ese mes, el ministro de Economía Luis Caputo, su vice Juan Pazo y Sturzenegger recibieron a empresarios de diferentes sectores para pedirles apoyos en las ideas del DNU y la Ley Ómnibus. Sentado al lado de Sturzenegger, cerca de la cabecera de mesa, estaba el propio Shunko Rojas. O sea, con diferencia de días, entre el 25 de enero y el 6 de febrero Rojas se presentó como funcionario nacional y, luego, como funcionario nacional y a la vez lobista minero.
Cabe recordar que el DNU de desregulación de la economía, que básicamente liberó de controles de precios y regulaciones para los privados, favoreció a muchos sectores, entre ellos el minero: se derogaron por esa vía el Sistema Nacional de Comercio Minero, que tenía bases de datos de comercio, centros de información y consulta y aportaba datos de la oferta y demanda interna y externa de productos mineros. En paralelo, el DNU 70 derrumbó el Banco de Información Minera, que relevaba y procesaba información sobre equipamiento y recursos humanos. En pocas palabras, dos puntos que ponían a disposición información pública del sector. El DNU lo redactó Sturzenegger para un supuesto gobierno de Patricia Bullrich, pero luego se lo dio a Milei. Rojas participó en esa redacción.
Un negocio a observar
O por las artes de Rojas o por arte de la casualidad, de allí en adelante representantes de la minera Río Tinto empezaron a circular fuerte en reuniones oficiales con funcionarios de alto rango de Milei. Dos muy importantes: un encuentro con el jefe de Gabinete, Nicolas Posse, y Pazo, el segundo de Caputo; y la otra con la Canciller Diana Mondino. Las dos fueron el mismo día, el 12 de marzo. Por parte de la empresa hubo altos directivos nacionales y globales, además de Paula Uribe, que también estuvo en aquel encuentro donde Shunko Rojas jugó el doble rol de manera formal.
No es novedad que, tras su salida de la función pública, hayan sido mayoría los funcionarios que arman consultoras, pero una cosa es la consultoría y la otra una agencia de lobby. Uno de los casos más emblemáticos pero que no fue de doble rol es el de Nicolás Dujovne, que venía de la consultoría privada antes de llegar a Hacienda y, al salir, potenció sus negocios y su cartera de asesoría con contactos que obtuvo de las reuniones del G-20 que se celebraron en Argentina.
Shunko Rojas, por su parte, luego de dejar Comercio Exterior, abrió la empresa Quipu, junto a otros ex funcionarios del gobierno de Mauricio Macri. Federico Lavolpa, Director de Comercial Internacional en Quipu, fue ex subsecretario de Comercio Exterior de ese gobierno; mientras que Lucas Barreiros, que fundó la consultora con Rojas, supo ser en los años del PRO el Director de Asuntos Estratégicos de Comercio Internacional. En esa empresa, Quipu, no se identifica a los clientes, pero este diario supo que, además de Río Tinto, se asesora a empresas como Dow Chemical y la US Chamber.
En este escenario, este diario viene contando que los faroles están cada vez más apuntados a nexos empresarios en el ministerio de Economía. Un dato de color: García Hamilton, que viene de los grandes supermercados, era parte de las mesas con empresarios que armaban Caputo y Pazo fuera de la función pública. En esos convites, que en estas páginas se relataron en detalles, había muchos empresarios, entre ellos el director comercial del supermercado Jumbo, Carlos Corro, uno de los que aceptó las recomendaciones de Caputo para salir a bancar el relato de la baja de precios del gobierno de Milei.
Compartir